
por Elvio Hernandez
Delta mágico: el encanto del Parque Nacional Pre-Delta
Ubicado en la provincia de Entre Ríos, el Parque Nacional Pre-Delta despliega un paisaje que parece salido de un sueño. Islas, arroyos, lagunas y riachos modelados por el río Paraná configuran un entorno dinámico y en permanente cambio. Este parque, creado en 1991 bajo la Ley Nacional N° 24.063, abarca 2.608 hectáreas y forma parte de la ecorregión Delta e Islas del Paraná.
Un mosaico de historia y naturaleza
La historia del área revela influencias que van desde el pueblo originario chaná hasta la inmigración alemana del Volga en el siglo XIX. La actividad ganadera también dejó su impronta, estableciendo rutas comerciales y asentamientos.
El Parque no solo atesora un pasado rico en matices culturales, sino que también protege un ecosistema único. Designado como Sitio Ramsar y Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) por BirdLife International, alberga una asombrosa biodiversidad. La flora y fauna, influenciadas por la selva misionera y el Chaco, incluyen especies emblemáticas como el martín pescador grande, símbolo de perseverancia y destreza.
Un paraíso para la vida silvestre
La región ofrece refugio a más de 200 especies de aves, como el celestino, el brasita de fuego y el frutero imperial, que pueden observarse desde miradores naturales como La Azotea. Las lagunas centrales exhiben la majestuosidad de los irupés con sus enormes hojas flotantes, mientras que los bosques ribereños están dominados por sauces criollos, ceibos, timbó y alisos de río.
Mamíferos como carpinchos, coipos y gatos monteses recorren el terreno, junto con especies en peligro de extinción como el lobito de río y el yacaré overo. Bajo las aguas, dorados, sábalos y surubíes completan el ciclo de vida en este ecosistema vibrante.
El símbolo del Parque: el martín pescador grande
El martín pescador grande (Megaceryle torquata) es el emblema del Parque Nacional Pre-Delta. Con su llamativo plumaje gris celeste y ventral rojizo en los machos, este experto pescador es un espectáculo para quienes visitan el lugar. Su habilidad para arponear peces con su poderoso pico lo convierte en un fascinante habitante de este entorno.
Un patrimonio para preservar
El Parque Nacional Pre-Delta no solo es un refugio para la biodiversidad, sino también un recordatorio de la importancia de preservar estos ecosistemas únicos. Su riqueza natural, sumada a su valor histórico, lo convierte en un destino imprescindible para quienes buscan conectar con la naturaleza y comprender la interacción entre el hombre y su entorno.
La magia del Delta, modelada por las aguas del Paraná, invita a descubrir un rincón de Argentina donde la naturaleza y la historia se entrelazan para ofrecer un espectáculo sin igual.